DIETA DIGITAL para consumir menos contenido online (y ganar productividad)

LA MAGNITUD DIGITAL DE LA TRAGEDIA

Si lo piensas fríamente, este post se podría reducir en una sola frase:

“Para dejar de consumir tanto contenido online tienes que reducir el consumo de contenido online”

Qué fácil, ¿no? ¿Por qué no lo habríamos pensado antes?

Disculpa la ironía, pero realmente creo que es así. La fuerza de voluntad juega un rol muy importante, aunque lo realmente difícil es controlarla de verdad.

Pero claro, si todo fuera tan fácil no tendríamos ningún problema en dejar de estar todo el día enganchados en la órbita digital.

Entonces, ¿qué puede estar fallando?

Primer mensaje que me gustaría lanzar: todo exceso de consumo digital tiene sus raíces en una carencia psicológica y emocional.

Sé que puede sonar muy duro, pero todos los artículos científicos apuntan en esta misma dirección. Aquí tienes un par de artículos recientes que abordan esta temática:

Influence of smartphone addiction proneness of young children on problematic behaviors and emotional intelligence

Association of Social Media Use With Social Well-Being, Positive Mental Health, and Self-Rated Health: Disentangling Routine Use From Emotional Connection to Use

AVISO: Este artículo no se centra en los problemas de adicción al teléfono/Internet, ya que si fuera el caso debería abordarse desde una perspectiva terapéutica que se centre en cómo tratar una adicción a las nuevas tecnologías. Para comprender la gravedad del problema, incluso se ha creado el primer centro de día para jóvenes adictos a estas nuevas tecnologías.

Dieta Digital.png

 

LA RADIOGRAFÍA DE TU CONSUMO DIGITAL ACTUAL

Eso de reconocer que tenemos un exceso digital no va con nosotros, lo sé.

Ahora bien…

¿Entonces por qué nos pasamos más de 7 horas y media diarias consumiendo contenido digital?

Lo cierto es que el consumo masivo de información digital ha superado todos los límites de cualquier otra generación.

Fíjate la gran cantidad de ‘conductas digitales’ que hacemos habitualmente:

-Ver series en TV, tablets y smartphones

-Ver vídeos y tutoriales

-Hacer cursos online

-Correo electrónico, redes sociales y mensajería instantánea

-Mirar noticias y leer artículos de todo tipo

¡Y seguro que me dejo muchas!

¿Cuánto tiempo te pasas haciendo cada una de ellas?

El consumo online exacerbado puede suponer un gran problema físico, mental y social de la persona, así que conviene abordarlo desde una perspectiva respetuosa y sin caer en el receta fácil.

No todos los casos de ‘abuso digital’ están en la misma situación. Antes que nada, 3 pasos para entender la magnitud de este contexto insólito en la historia de la humanidad.

Primero autoconocimiento, luego viene el resto. A veces queremos cambiarlo todo sin saber ni siquiera cuál es nuestra situación actual.

Segundo, es básico conocer cómo afecta el consumo digital en tu salud mental. Si estamos hablando de una adicción, entonces la historia cambia por completo. No necesitas leer este artículo, mi recomendación es la psicoterapia. Si en cambio quieres reducir el consumo digital de forma consciente, sigue leyendo.

En tercer lugar, tu atención es determinante. De hecho, el consumo digital tiene mucho que ver con tu capacidad de atención. Hoy, incluso, podemos llegar a predecir al 90% hacia dónde se dirigirá tu atención.

NOTA: Cuando hablamos de contenido digital, nos referimos a todas las formas posibles de consumir información online: canales de Youtube, posts de LinkedIn, artículos de blog, TV, Netflix y similares, fotos de Instagram, vídeos de TikTok…

Así que, antes de empezar a apagar el WIFI para no consultar nada en Internet, me gustaría compartir contigo algunas recomendaciones prácticas como antesala de la dieta digital:

 

a) Analiza en qué punto te encuentras ahora

Se trata de un ejercicio muy sencillo, aunque imprescindible para saber cuánto tiempo nos pasamos detrás de la pantalla.

Muchas personas no lo hacen porque les resulta tedioso e incluso les da miedo ver los datos de verdad (no los que piensan). Lo bueno es que actualmente tenemos muchas herramientas que nos facilitan el proceso, que además son fáciles de usar y gratuitas.

Hay 2 formas de conocer el número de horas del consumo digital: manual y digital. Ambos tienen pros y contras, aunque personalmente me decanto por la segunda opción (supone menos esfuerzo y tenemos métricas mucho más exactas).

En el caso de hacerlo de forma analógica, te recomiendo que uses un papel en blanco: por la parte delante analizaremos el consumo de tu ordenador/computadora, y por la trasera el del smartphone/tablet. Esta distinción la hago porque el tipo de consumo digital suele ser distinto en cada dispositivo, y es una buena manera para ver las diferencias.

Si preferimos hacerlo de forma digital, entonces tenemos multitud de aplicaciones en el teléfono y en el ordenador/computadora para poder registrar automáticamente cuánto tiempo nos pasamos y qué tipo de información consultamos.

La aplicaciones para smartphone: YourHour (Android) o Screetime (iOS)

Los programas para PC/MAC: Rescue Time y Activity Watch (código abierto)

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b) Identifica en qué áreas te está afectando el exceso de contenido digital

Consumir contenido digital no es una mala práctica, en absoluto.

Es cierto que a veces caemos en el clickbait fácil y demonizamos el exceso de información, pero lo más importante para ti es que identifiques en qué áreas te está impactando en tu vida personal.

Si consideras que tus áreas personales y profesionales están bien cubiertas, entonces consumir información digital no es un problema para ti. Está bien, no tienes por qué cambiarlo. A veces queremos cambiar por cambiar simplemente porque está de moda el minimalismo digital.

Si por lo contrario consideras que tanto tiempo en la pantalla está pasando factura a tu salud y a tus relaciones personales, entonces sí que deberíamos empezar a reducir el contenido digital.

Gráfico Áreas Responsabilidad.png

*Aquí tienes algunas áreas de responsabilidad (la idea es que elijas las áreas en las que divides tu vida, por supuesto pueden ser otras que las que aparecen en el gráfico)

Te planteo las siguientes preguntas:

  • ¿Con qué áreas personales y profesionales sientes menos satisfacción?

  • Si tuvieras que escoger una para invertir más tiempo y energía, ¿cuál sería esa área?

  • ¿Tiene sentido para ti reducir el consumo digital para dedicarle más tiempo a esa área?

3 pasos resumidos en 3 preguntas: consciencia-intención-coherencia. Después obviamente vendría la acción.

Si bien el paso lógico es querer cambiarlo todo de golpe, mi recomendación es la de reducir ligeramente tu consumo digital de la siguiente manera. Aquí tienes un ejemplo:

Si has identificado que ahora mismo le dedicas 4 horas de consumo digital diario, reduce ese consumo a 3 horas y 50 minutos (aunque te parezca ridículo). De esos 10 minutos extra que has podido sacar, aprovéchalos para no hacer nada. Sí, nada, lo escuchaste bien. Sigue durante 3-4 días este patrón. Necesitamos oxigenación neuronal para introducir nuevos cambios. Al cabo de una semana, puedes empezar a usar esos 10 minutos extra para mejorar el área en la que te sientes insatisfecho (por ejemplo, ocio con amigos). A medida que avanzan las semanas, sigue reduciendo progresivamente el tiempo que dedicas al consumo de información y aumenta el que quieres dedicarle a ocio social.

Cambios progresivos, avance estratégico. La mente tiene sus propias reglas y hay que respetarlas para lograr la máxima efectividad. Intentar cambiarlo todo es la mejor manera de no cambiar nada.  

¿Lo probaste? Me encantará conocer tu opinión en los comentarios de este artículo.

 

c) Determina qué grado de incomodidad estás dispuesto a aceptar

Los cambios no son gratis, eso ya lo sabes. Siempre hay un precio que pagar.

A pesar de que ahora pienses que todo este proceso es pan comido, verás que los obstáculos pronto vendrán a saludarte (a veces incluso efusivamente).

Aquí tienes algunas situaciones bastante habituales a la hora de reducir el consumo digital:

  • Las heridas escuecen, sobre todo al principio: ¿Qué grado de dolor estás dispuesto a aguantar? El síndrome de abstinencia digital existe, y las consecuencias son bastante parecidas a las que provoca por ejemplo el alcohol. Dejar tu ‘actividad favorita’ nos deja jaquecas, inestabilidad emocional y un mayor grado irascibilidad. De hecho, sus consecuencias son bastante parecidas a cuando dejas de consumir café de forma continuada.     

  • Existe una colisión con tus objetivos actuales: ¿son compatibles tus objetivos actuales con dejar de consumir información online? Si por ejemplo estás batallando por convertirte en el mejor emprendedor de todos los tiempos, seguramente necesitarás estar al día de tu sector y consumir mucha formación digital. Aquí ya tenemos una primera incompatibilidad. ¿Has ascendido en tu empresa y tienes la responsabilidad de estar pendiente de cualquier incidencia? Otra incompatibilidad. Es muy importante que determines si tus metas actuales colisionan directamente con tus ganas de reducir el consumo de información digital.

  • Demasiadas ansias por emular una vida que no es tuya: ¿Cuántos artículos has leído este mes que te empujan a dejar de consumir contenido online? Sin entrar en si el minimalismo digital es una moda o no, lo que está claro es que tienes que encontrarle personalmente algún beneficio a esta reducción. Si empiezas a dejar las pantallas porque lo dicen otros, tu fuerza de voluntad tendrá poca resistencia y caerás rendido a los pies de cualquier ‘tentación digital’.

  • No hay necesidad de rellenar el hueco con nuevas actividades: ¿Has conseguido reducir tu consumo de contenido digital? ¿Y ahora qué? Muchas veces tenemos la tentación de rellenar el tiempo que hemos ‘ganado’ con otras actividades, cuando en realidad no hay necesidad para ello. Si logras reducir tu consumo digital en 1 hora a la semana, la puedes aprovechar para descansar y desconectar (¡no por hacer más cosas somos más productivos!).

 

5 ACCIONES PRÁCTICAS PARA APLICAR UNA DIETA DIGITAL CON ÉXITO

1# Elimina primero lo más crítico

¿Cuál es el contenido online al que más tiempo le dediques? Y, sobre todo, ¿en qué momento del día lo estás consumiendo?

Puede ser que ‘necesites’ cada día leer 1 hora de noticias, y que además lo hagas en una hora crítica para tu productividad. Supongamos que eres una persona de mañana, y lo primero que haces cuando te levantas es consultar la prensa. El gasto de energía mental de las noticias es muy elevado, ya que genera mucho ruido en forma de pensamientos que drenan nuestra maltrecha energía.

En este caso está claro: las noticias tienen un impacto muy negativo en tu rendimiento. Además, las estás consumiendo en un momento del día cuando tu energía es máxima.

Ahora la pregunta está clara: ¿cuál es la piedra digital en tu zapato? ¿qué contenido estás consumiendo en horas críticas y están afectando gravemente tu productividad? ¡Hay que empezar ahí!

En mi caso personal me sucedió con los blogs a primera hora del día. Era levantarme y ponerme a leer artículos o mirar vídeos sobre productividad y/o marketing digital. Este hábito diario lastraba mi rendimiento y me dejaba agotado cuando empezaba la primera tarea del día. Mi piedra digital crítica era el consumo de este tipo de contenido, así que cuando lo modifiqué noté una mejora radical en mi productividad.

¿Te suena esta situación? Si es tu caso y la quieres compartir conmigo, puedes escribir en el apartado de comentarios para poder ayudarte.

 

2# Aplícate una terapia de choque digital

A veces hay que buscar soluciones drásticas.

Es verdad que la ‘terapia de choque’ está pensada para modificar conductas a corto plazo, pero también es cierto que nos ayudan a empezar cambios mucho más duraderos.

Si después de mucho intentarlo sigues distrayéndote con el contenido online, entonces tienes que ‘vencerle’ utilizando la misma tecnología que te desconcentra.

Existen herramientas que nos bloquean el acceso a todo tipo de webs y programas, que además son totalmente personalizables para todos los casos. Veamos algunos ejemplos:

  • Stayfocusd: es una de las herramientas más completas y 100% gratuita. Stayfocusd te permite seleccionar las páginas web que más se te resisten y bloquearlas durante el tiempo que tú determines. El inconveniente es que sólo está disponible para el navegador Google Chrome y es exclusiva para ordenador/computadora.

  • Forest: disponible para todos los navegadores y diseñado para smartphone y ordenador/computadora. Durante el tiempo que tú decidas, no podrás entrar a consultar las páginas que le indiques hasta que el bosque crezca (que será el tiempo que hayas decidido previamente). Disponible para Android y iOS.

  • Freedom: igual que las 2 anteriores aplicaciones, este programa te permite bloquear las páginas que elijas para no tener ninguna distracción. Disponible para todos los navegadores de tu ordenador/computadora.

3# Agrupa todo el consumo digital en días y horas determinadas

Uno de los grandes problemas de la intoxicación digital es el consumo inmediato de todo el contenido nuevo que nos llega.

En vez de guardarlo para otro momento y seguir concentrados, decidimos ‘engullir’ a diestro y siniestro todos los nuevos vídeos, posts, podcasts que tenemos delante de nosotros.

Mi propuesta es justamente la contraria. Hazlo al revés de siempre.

Estos son los 4 pasos que te recomiendo para racionalizar tu consumo digital:

  • No consumas la información en el mismo momento de verla: Cuando veas algún artículo, vídeo, podcast y/o noticia interesante, controla tus impulsos y guarda el link del nuevo contenido. Si lo miras al momento estás perdido, ya que cuando entras en la jungla digital es difícil escapar sin experimentar una sobredosis de contenidos supuestamente interesantes.

EXTRA: Para tener el mínimo de pestañas abiertas en el navegador de ordenador/computadora, te invito a que pruebas la extensión xTab para no dejarte interrumpir por tanta información.

  • Almacena la información en un mismo lugar: ahora puedes estar pensando que el primer punto es un alegato contra el contenido digital, ¡para nada! En vez de consumir toda la información al mismo momento que la encuentras, lo que haremos será guardarlo en un programa donde acumularemos todos esos links interesantes. Para guardar los links puedes usar Pocket, Instapaper, Evernote, Google Keep

  • Encuentra un espacio semanal para consumir el contenido digital: posteriormente buscaremos un hueco semanal para consumir todo el contenido que hayamos almacenado durante la semana. A diferencia del consumo inmediato de información, aquí somos nosotros quienes decidimos cuándo invertimos el tiempo en consumir contenido digital. Te conviertes en una persona proactiva (tú eliges cuál es el mejor momento) y no reactiva (respondes a los estímulos externos). ¿Cuánto tiempo deberías dedicarle a este espacio semanal de consumo digital? Aquí ya dependerá de la cantidad de contenidos que suelas tener en cuarentena, aunque personalmente te aconsejaría que no superaras la hora y media de duración. ¡Es más que suficiente!

  • Elimina la información que no pudiste mirar y empieza desde cero: es posible que durante el espacio semanal que le dediques a consumir contenido digital, todavía te queden algunos posts, vídeos o podcasts que no hayas tenido tiempo de revisar. Lo habitual sería mantenerlos en la lista para el próximo espacio semanal, pero mi recomendación es que te deshagas de todo el contenido y hagas un reset. Si no reseteamos los enlaces pendientes de lectura, tenderemos a acumular mucho contenido digital que terminará caducando en nuestra nevera digital.


4# Resérvate horas productivas sin Internet

Si ya tienes identificadas cuáles son tus horas de máxima energía, entonces tiene que hacer todo lo que esté en tus manos para aprovecharlas al 100%.

Si tenemos acceso a Internet mientras estamos concentrados estamos tentando a la suerte, por eso es preferible crear un ‘búnker’ anti-distracciones para escuchar menos cantos de sirena digitales y ganar foco en lo que de verdad tenemos que hacer.

Es verdad que podríamos buscar mil maneras de hacerlo, pero realmente solo hay una que es fácil, gratis y efectiva: apagar el WIFI (el modo avión también me vale).

Si por ejemplo necesitas información antes de iniciar la tarea que te exige concentración, es preferible que la busques antes de ponerte en marcha. Primero recopila todo el contenido que necesitas y después ya podrás apagar Internet. Si durante la tareas te das cuenta que necesitas más información extra, anótala en tu lista de tareas y ponte a buscarla cuando termines la tarea de máxima concentración.

No se trata de desconectar digitalmente durante muchas horas, simplemente de hacerlo durante las horas de máxima energía. Si ves que el apagón digital te gusta y más adelante lo quieres ampliar, significará que el método te funciona y que no sientes ansiedad por no tener activadas las notificaciones digitales.

Otra opción para los más prudentes consiste en tener 2 sesiones distintas en tu ordenador/computadora, para así tener 2 espacios diferenciados de tu ámbito personal y profesional. En una sesión podrías tener todo lo referente a tu actividad profesional, mientras que en la otra podrías tener esos programas/software con el contenido que más te distrae.

 

5# Busca actividades estimulantes más allá de la esfera online

¿Te deja llevar por la inercia al final tu jornada laboral?

Si estamos todo el día delante de la pantalla del ordenador/computadora, la tendencia ‘aprendida’ es que sigamos conectados a ella de alguna manera.

A veces miramos esos vídeos de Youtube que tenemos en nuestra lista de favoritas, otras veces simplemente nos tumbamos en el sofá y miramos nuestra serie favorita en Netflix.

Soy un gran defensor de integrar las tareas profesionales y personales en tu misma lista de tareas; si no las tienes integradas tenderás a cumplir sólo las profesionales.

Ahora piensa: ¿qué te gusta hacer que no requiera de pantalla? Una vez lo tengas claro, anótalo en tu lista de tareas como si de un informe o un presupuesto se tratara. Si no lo tienes claro, deberías ir al rincón de pensar : )

Esto me hace preguntarme lo siguiente…

¿Por qué cumplimos las fechas límites en el trabajo pero en cambio incumplimos nuestros propios propósitos? ¡Para pensar!

Si te cuesta encontrar actividades estimulantes, quizá necesites la ayuda de otra persona que también se encuentra en una misma situación de desintoxicación digital. Tener el apoyo de otra persona siempre facilita que estemos más implicados y no decaigamos a la primera de cambio.

 

UNA REFLEXIÓN FINAL (POSITIVA) SOBRE LA INFOXICACIÓN

No todo son malas noticias cuando hablamos del consumo de contenido online.

Creo que hemos abusado de la palabra de ‘infoxicación’, que al final se ha convertido en un comodín para decir que tenemos demasiada información disponible.

¿Desde cuándo debería ser un problema contar con la máxima información?

Tener mucha información a nuestro alcance es una maravilla, otra cosa es si nosotros decidimos invertir más tiempo de la cuenta consumiéndola.

Lo importante de verdad en este proceso es ver que, a pesar de toda la información disponible, tú tienes el poder de elegir qué quieres consumir ahora. ¡Nadie te obliga a leer un blog o ver un vídeo!

 ¡Ahora es tu turno! ¿Cuántas horas al día sueles consumir contenido digital? ¿Crees que es demasiado o por lo contrario estás satisfecho con tu consumo? ¿Qué estrategia crees que te ayudaría más a reducir el consumo digital? ¿Qué beneficios has notado en caso de que lo hayas aplicado? Déjame tus impresiones en el apartado de comentarios : ) ¡1000 gracias!

¡Un abrazo!

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