12 consejos para dejar de Procrastinar

EL VERDADERO ORIGEN DE LA PROCRASTINACIÓN

Tienes muy claras las tareas para hacer hoy…

No obstante, cuando te pones a redactar la primera línea de la tarea, empiezas a…

  • Consultar Redes Sociales improvisadamente y sin ningún tipo de objetivo

  • Revisar noticias y entretenerte con varios portales de comunicación

  • Transitar de tarea en tarea sin terminar de enfocarte en ninguna

  • Levantarse del despacho para ir a… ¿dónde ibas exactamente?

¿Cuántas veces has sucumbido a estas tentaciones digitales?

Procrastinar es un mensaje críptico de desarrollo personal, nos dice muchas más cosas de lo que parece (a priori).

Solemos pensar que la procrastinación es de miedosos o perezosos, cuando en realidad es un fenómeno psicológico que esconde ‘otras razones’ muchas veces inconscientes.

Muchas veces procrastinar esconde creencias personales muy arraigadas, miedos irracionales e incluso manifestaciones (poco evidentes) de insatisfacción personal en otras áreas de tu vida.

¿Cuál es la solución para ‘erradicar’ la procrastinación?

Vencer la procrastinación es un proceso más complejo de lo que parece. Es verdad que podrías mejorar tu atención y foco, aunque claramente serían acciones insuficientes.

Eso sí, aunque acabar con la procrastinación sea más exigente de lo que pensabas, en este artículo no te vas a ir con las manos vacías… ¡garantizado!

De hecho, aquí van 12 claves prácticas para comprender mejor la procrastinación y alejarla de tu rutina laboral.

 ¿Qué técnicas usas en tu caso para dejar de retrasar las tareas importantes? ¡Te leo en comentarios! 👇👇


 

1# PROCRASTINAR NO ES UN ACTO MALÉVOLO

¡Ay! La famosa culpa…

¿Por qué te sientes tan mal cuando pospones las tareas más importantes?

Igual que lo estoy haciendo en este artículo, hay muchas publicaciones que te empujan constantemente a terminar tus tareas más relevantes.

Ante tanto mensaje ‘salva patrias’, al final es normal que hayamos demonizado la procrastinación.

👉 Mi recomendación: hay que leer la procrastinación entre líneas…

Procrastinar es un fantástico indicador para identificar miedos, creencias personales, calidad de las relaciones personales, preferencias e incluso nuestra satisfacción global con la vida.

Procrastinar te permite:

  • Desenmascarar creencias y miedos personales: pensamientos como ‘no soy lo suficiente capaz para hacer esto’, ‘no estoy preparado para empezar este nuevo proyecto’, o ‘no lo voy a hacer tan bien como otro/a colaborador/a…

  • Conocer tu satisfacción laboral: si todo lo que haces a nivel laboral no te reporta ni el más mínimo placer, quizá es que deberías hacer un replanteamiento sobre cómo quieres enfocar tu futuro profesional.

  • Mala calidad en tus relaciones: si entras en una espiral de conflictos con tu entorno o simplemente no tienes ningún tipo de interacción social, la procrastinación hará acto de presencial para hacértelo saber. Cuidar de tus relaciones es básico para mantener el foco en tu trabajo (y en cualquier otra actividad de tu vida).

¿Qué aprendizaje podrías sacar de la procrastinación?  

 

2# PLANIFICA EL DÍA ANTERIOR

¿Cómo vas a empezar a realizar una tarea si te falta información para hacerla?

No tenerlo todo preparado es una de las principales fuentes de procrastinación, ya que entonces empezamos a divagar sin sentido hasta que nos acordamos de la importancia que tiene una tarea en concreto.

Mi sugerencia es que planifiques el día de antes, concretamente un par de horas antes de terminar tu jornada laboral.

De esta manera, sabrás a la perfección qué tareas harás mañana y qué información complementaria necesitarías tener preparada antes de empezar.

Algunos detalles importantes a la hora de planificar el día anterior:

  • Define bien las tareas que quieres hacer: en vez de escribir ‘Proyecto Y’, redacta mejor la tarea con el máximo de concreción: ‘Escribir guion de la Presentación de Ventas para el Proyecto Y. Cuanta menor sea la concreción, mayor es la dispersión.

  • Prepara todo el material asociado a cada tarea: muchas tareas no consisten en ponerse al lío y ya está, sino que tienen un material necesario para poder completarlas. Ten a punto todos los documentos, páginas webs, teléfonos… para poder avanzar más rápido y no despistarte en la búsqueda de información.

  • No pienses que tienes todo el día para hacer tareas: la realidad es tozuda y difícilmente vas a tener más de 2-3 horas para realizar tareas. Planifica como si tuvieras muy poco tiempo, después ya tendrás tiempo de añadir tareas si fuera necesario.

 

3# AÑADE UNA TAREA DE CALENTAMIENTO PREVIA

Yo soy el primero que proclama que empieces con la tarea más compleja al principio del día.

Ahora bien, primero tienes que respetar a tu cerebro.

A tu cerebro le cuesta mucho pasar de 0 a 100 cuando empiezas tu jornada laboral, por lo que primero deberías calentar mínimamente tu maquinaria cognitiva.

Aquí te recomiendo que hagas una tarea de calentamiento, es decir, una actividad inicial que ponga tu cerebro a punto y no sientas tanto ‘dolor’ a la hora de empezar con la tarea compleja.

Eso sí, esta tarea esconde una particularidad concreta: debe ser ‘finita’.

Este concepto de finitud tiene que ver en que la tarea tiene un principio y un final: leer un fragmento de un libro/texto/artículo/documento, revisar que un documento esté bien, actualizar los clientes potenciales de tu CRM…

Las tareas infinitas, en cambio, serían las que están asociadas a: consultar email, revisar redes sociales, leer blogs, mirar noticias… ¡todas estas tareas no terminan nunca! ¡Evítalas!

 

4# DATE UNA VUELTA REPARADORA

¿Que no hay manera humana de concentrarse delante de la pantalla?

¡Sal de la cueva!

Ya conoces el poder reparador y oxigenador que tienen las vueltas mágicas.

A veces pasear por tu casa o simplemente salir para tomar el aire, pueden ser el ‘clic’ que estabas buscando para recobrar energía y concentración.

Eso sí, te sugiera que esta vuelta la hagas sin tecnología: solo tú y tus pensamientos (que ya son multitud).

 

5# IDENTIFICA EL BLOQUEO EN TU CUERPO

Tu cuerpo habla más de lo que piensas.

Cuando veas que te distraes mucho y que no hay manera de avanzar con las tareas…

¿En qué parte de tu cuerpo estás notando este bloqueo que te impide avanzar?

Las emociones son muy sabias y saben ubicarse en la parte del cuerpo que mejor representa tu bloqueo.

Según la emoción que sientas en ese momento (y que te genera la propia tarea), lo notarás en una parte distinta del cuerpo:

  • La ira la solemos notar en la mitad superior del cuerpo, muchas veces en el pecho y en el estómago.

  • El miedo también se encuentra en la mitad superior del cuerpo, en esta ocasión en la garganta y en los oídos.

  • La tristeza, por ejemplo, la notarás en la cabeza y el pecho, notando una disminución de la activación de otras partes del cuerpo (sobre todo extremidades).

 

6# ACTIVA TU PLAYLIST MOTIVADOR

¿Subestimando el poder de la música?

Busca ya tu playlist motivador para empezar el día con energía y no caer en la dispersión.

Los compañeros de Xataka han recopilado un total de 21 listas de reproducción para todos los gustos.

 

7# APROVECHA LA ALTA ENERGÍA MENTAL

Tu energía mental es la frescura cognitiva a la hora de realizar una tarea.

Tenemos muy poca energía mental durante el día, ya que nuestra biología no nos permite estar al 100% durante todo el día.

Estas son algunas recomendaciones para gestionar tu energía mental:

  • Solo tienes 3 horas al día de máxima energía: que encima, ni siquiera son reales. Interrupciones, mensajes, llamadas, descansos… da gracias si llegas a 1-2 horas para realizar tareas complejas.

  • Planifica las tareas en lotes: piensa en grupos de tareas que tengan sentido entre sí, no te pongas 4 tareas complejas porque lo más probable es que no las completes. Alterna tareas complicadas con sencillas, de esta manera aumentarás la sensación de logro y disminuirás las posibilidades de procrastinación.

 

8# PIENSA A QUIÉN VAS A AYUDAR

Una de las razones por las cuales procrastinamos es porque no le damos sentido a lo que hacemos.

Si no tengo ni idea de por qué hago esta tarea… ¿por qué me voy a enfocar y rendir al máximo?

Un pequeño truco que ayuda mucho a visualizar el motivo por el cual haces la tarea, es justamente pensar para quién lo estás haciendo.

Algunas consideraciones para tener en cuenta:

  • Piensa en qué emoción sentirá la persona receptora de tu trabajo: ¿cómo le hará sentir?

  • Plantéate de qué manera ayudas a las personas con las que colaboras: ¿cómo haces sentir a tu equipo?

 

9# CALCULA LAS CONSECUENCIAS DE NO TERMINAR

Si no hay consecuencias ‘letales’, está claro que seguirás procrastinando…

Esto habitualmente se asocia con las fechas límite, ya que cuando se acerca la fecha de vencimiento empezamos a acelerar el ritmo de ejecución.

Más allá del deadline, que suele ser infalible, estaría genial que cada día escribieras cuáles serían las consecuencias de no cumplir con tus tareas pendientes.

Algunas observaciones:

  • Piensa en cómo se incrementará tu volumen de trabajo si no terminas una tarea pronto

  • Piensa en si puede avanzar tu equipo si no haces una tarea específica

  • Piensa en el tiempo que tendrás para hacer otras tareas pendientes

 

10# FLUYE CON LA LEY DE LA INERCIA

Esta ley me encanta, ¡muy recomendable!

Se trata de una pequeña trampa mental para engañar sutilmente a tu cerebro.

Esta ley consiste en lo siguiente: empieza al menos 1 minuto sin distracción con una tarea que tengas pendiente. Si es necesario, activa un cronómetro para tener el máximo foco en la tarea.

Cuando ya lleves 1 minuto, verás como tu cerebro ‘sigue trabajando’ de forma natural, como si tuviera ganas de trabajar más.

Esto es como abrir el apetito con un fruto seco o una patata frita (por poner un par de ejemplos), ya que después de comer uno querrás comer más, ¿te suena?

 

11# DIVIDE TUS TAREAS Y VENCERÁS

Las tareas elefante son amantes de la procrastinación.

Divide las tareas en actividades de como máximo 90 minutos, de esta manera ganarás foco y evitarás distracciones.

Todavía voy un paso más allá: si en tu caso estás en el nivel Dios de la procrastinación, divídelas en tareas mucho más pequeñas (30-40 minutos a lo sumo).

Las tareas pequeñas generan sensación de logro y nos hacen avanzar más rápido en tus proyectos.

 

12# MIDE EL TIEMPO DE CADA TAREA

Tener datos impactantes nos hace reaccionar.

Si procrastinas cada día, pero no tienes datos, pensarás que tampoco es para tanto.

Ahora bien, si ‘mides el tiempo’ y observas que te pasas 3 horas procrastinando (con datos), es muy probable que intentes tomar cartas en el asunto.

Para tal cometido te recomiendo Clockify, una herramienta gratuita para medir el tiempo que te pasas en cada tarea de manera automática.

Te lo digo desde ya… ¡los datos te van a sorprender!

 

¡Ahora es tu turno! ¿Qué estrategia te pareció más útil a la hora de gestionar la procrastinación? ¿Hay alguna estrategia que añadirías en tu caso para evitar retrasar las tareas más importantes? ¿Por qué te cuesta tanto ponerte con algunas tareas? ¿Qué aprendizajes podrías sacar cuando te distraes y no avanzas en tus tareas más relevantes? Déjame tus impresiones en el apartado de comentarios : ) ¡1000 gracias!

¡Un abrazo!

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